Siempre pensé que las fotos tenían cierto poder para conmover, de hecho es cierto.
Pero, no tienen el poder necesario para llegarnos al alma.
Eso lo comprobé en mi visita a una escuela de un barrio de nuestra ciudad.
Ver de cerca la miseria económica y mental de esa gente desgarra el alma, me hizo comparar donde estoy (y no es que esté súper bien) y donde está esa gente; que irónica es la vida, esos niños tienen sus barrigas llenas, pero de hambre y dolor.
Sus miradas alegres esconden la pena de sus carencias.
Por los interminables callejones recorren impacientes sus sueños. Serán esos sueños tan inciertos como esos estrechos callejones, creerán que hay una vida mejor? Desearan esa vida mejor? Son conformes?
Porqué esas mujeres no dejan de parir? Porqué pierden el tiempo jugando cartas? Porqué no intentan hacerse libres de esas carencias? En manos de quien está su suerte?
Me han surgido tantas preguntas sin respuestas….quisiera encontrarlas en cada rostro, en cada niño desnutrido y muchas veces desnudo de amor.
Lo que más me conmovió es pensar que tanta gente se queja, teniendo las cosas indispensables y esa gente no tiene siquiera un hogar digno donde vivir, viven amontonados, el calor se siente más que en todas partes y sus rostros se ven felices, conformes, talvez ese sea su error…..esa conformidad que me da miedo….donde están sus derechos…sus deberes….
Agradezco la oportunidad de haber ido a otro mundo dentro de mi mundo, a un mundo olvidado a su suerte, a un mundo sin oportunidades….y tan cerca del mio.
Esa pobreza se puede percibir con todos los sentidos y sobre todo con el que no se menciona, el alma, que para mi es el mas importante y el que nos hace humanos.
Se han quedado en mi mente muchos rostros grabados y sobre todo muchas miradas.
Ojala algún día existan menos diferencias y mas conciencia.
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