jueves, 25 de febrero de 2010

Matías Ramón Mella - 25 de Febrero


Matías Ramón Mella Castillo ( Santo Domingo, 25 de febrero de 1816 † Santiago, 4 de junio de 1864) Junto a Juan Pablo Duarte y Francisco del Rosario Sánchez, es uno de los Padres de la Patria de la República Dominicana.


Primeros Años

Mella nació el 25 de febrero de 1816 en Santo Domingo. Sus padres eran Carlos Jose Marte Javier y Pedrita Morales
De los fundadores de la República, fue el más adaptado a actividades políticas y representa la expresión militante y decidida.
Por error, históricamente se recuerda como Ramón Matías Mella. Ya que firmaba de esa forma, pero realmente su nombre era Matías Ramón Mella, coincidiendo su nombre Matías con el santoral del día de su natalicio.

Vida Personal

Como de otras figuras de la historia dominicana, poco sabemos de la vida de Mella en sus primeros tiempos. En 1835, a los diecinueve años, es nombrado "Preposé", o encargado de la común de San Cristóbal. Al parecer allí se dedicó también al negocio del corte de madera, actividad de la que se ocupaba Antonio Duvergé lo que supone que se conocieron desde entonces.
Contrajo matrimonio a los veinte años con la joven Josefa Brea, perteneciente a una familia burguesa importante, aunque ninguno de los dos aportó grandes bienes al matrimonio, según hace constar en el testamento fechado 5 de mayo de 1859. Fue ya casado, cuando al parecer adquirió sus bienes y propiedades, parte de ellos por vía hereditaria tras el fallecimiento de su padre en febrero de 1837.
No se sabe tampoco cuando conoció a Juan Pablo Duarte pero, fundada la Sociedad Secreta La Trinitaria, se adhirió a ella en calidad de "comunicado", junto a Francisco del Rosario Sánchez y Félix María Del Monte. Duarte vio en Mella un discípulo de condiciones excepcionales y lo designó para substituir a Juan Nepomuceno Ravelo cuando éste fracasó en las gestiones que le encomendara, de llegar a un acuerdo con los dirigentes haitianos cuando se organizara el movimiento de la Reforma (paso previo para alcanzar la independencia).
Todavía en 1842 residía o visitaba con frecuencia a San Cristóbal ligado al negocio del corte de madera. En enero de 1843 fue comisionado por Duarte para trasladarse a la villa haitiana de Los Cayos de San Luis, al sur de la isla, para hacer contactos con los revolucionarios reformistas adversarios del presidente Boyer. La táctica correcta de Duarte de aliarse con los enemigos de Boyer, encontró en Mella un agente capaz de sumar a los militares y civiles que encabezados por Charles Herard, querían el derrocamiento del presidente de la república que tenía más de veinticinco años gobernando, y cuyo mandato se había convertido en una represiva dictadura, situación que facilitaba los planes de Duarte frente al régimen.

Actividad Independentista

Su participación en la independencia dominicana fue muy importante ya que de los tres padres de la patria él era el militar, conocedor de estrategias de batalla,Duarte era el ideologo, y Sánchez era el político que con su carisma lograba convencer a las multitudes de la necesidad de separación.
Convocó e hizo posible una alianza entre los trinitarios y los reformistas haitianos que combatían contra Boyer. Esto trae como consecuencia de que el 16 de enero de 1844 firme el Acta de Separación, en la cual se proclama la necesidad de separarse de la opresión haitiana y se hace oficial la unión de liberales y conservadores.
Durante la guerra de independencia ocupó la Región Norte para impedir la penetración haitiana. En la proclamación de independencia el 27 de febrero de 1844, Mella dispara el famoso trabucazo que consagró el nacimiento de la República Dominicana.
Mella es quien proclama a Duarte como presidente de la Junta Central Gubernativa para evitar que alguno de los afrancesados, que eran partidarios del colonialismo en lugar de la república, ocupara el poder. Por esta actitud Pedro Santana lo expulsa del país.
Mella regresa al país en 1848 amparado en la amnistía del presidente Manuel Jiménez. Al regresar se une a los conservadores junto a Pedro Santana, hasta que en 1861, ante la eminente anexión a España, se une a los restauradores.
Ramón Matías Mella es uno de los aguerridos luchadores, participó en dos grandes guerras: La Independencia y La Restauración. Murió el 4 de junio de 1864 en Santiago. Sus restos descansan en el Altar de la Patria junto a los de Juan Pablo Duarte y Francisco del Rosario Sánchez.
De las tres grandes figuras próceres del siglo 19, fundadores de la República, Matías Ramón Mella representa la expresión militante y decidida y el más adaptado a las actividades políticas de una sociedad precapitalista.


De vuelta

Los sucesos se precipitaron y, en ausencia de Duarte, junto a Sánchez, activaron los preparativos revolucionarios. En enero de 1844 ayudó a Sánchez, jefe del Movimiento, a redactar el Acta de Independencia y, a sugerencia suya, se le llevó a Tomás Bobadilla para su revisión.

El trabucazo

En la noche del 27 de febrero de 1844 es de los primeros conjurados en llegar a la Puerta de la Misericordia. Exhorta a unos pocos temerosos a no abandonar el lugar y, audaz e impulsivo, Mella dispara su famoso trabucazo en la Puerta de la Misericordia, partiendo desde allí los conjurados hacia la Puerta del Conde, donde es proclamada la República e izada la Bandera Dominicana.
Proclamada la República, forma parte de su primera Junta Central Gubernativa, presidida primero por Sánchez y luego por Tomás Bobadilla, convertido en la figura determinante de la misma. Para los primeros días de marzo parte para el Cibao como Gobernador del Distrito de Santiago y Delegado de la Junta Central Gubernativa, pero en realidad es el jefe político y militar de la región más importante del país. Ostenta el rango de Coronel del naciente Ejército Nacional, que será el Ejército Libertador. Hace venir a José María Imbert, de Moca, y lo nombra su segundo en el mando militar.

Después de proclamada la independencia

A mediados de marzo llega a territorio dominicano el señor Teodoro S. Heneken, procedente de Cabo Haitiano, y advierte a las autoridades las intenciones de invasión por parte de Haití. Solamente Mella es receptivo a los informes del viajero. Deja instrucciones a Imbert de lo que debe hacer y recorre la región reclutando hombres y tomando posiciones que revelan su gran capacidad militar organizativa. Cuando comienza la batalla de Santiago, Mella no se encuentra en el lugar del combate, aunque parte importante de los méritos son suyos porque dispuso las primeras instrucciones y escogió a Imbert como lugarteniente.
Los acontecimientos tomaron un giro diferente después de la victoria de Azua el 19 de marzo. Duarte se presentó en el Cibao y Mella, entusiasmado e impulsivo, lo proclamó Presidente de la República. Esa acción rompió el equilibrio de las fuerzas que dirigían la joven república y terminó imponiéndose el sector social más atrasado, encabezado por Pedro Santana y Tomás Bobadilla. Los auténticos héroes nacionales son declarados traidores a la patria y expulsados de por vida del territorio nacional. Volvió, junto con Sánchez, al país en 1848 amparado por la amnistía decretada por el Presidente Manuel Jiménez.
Cuando Faustino Soulouque invade el país, Mella se incorporó al Ejército, destacándose en la famosa Batalla de las Carreras y termina siendo secretario de Pedro Santana. Luego de la renuncia del Presidente Jiménez, electo Buenaventura Báez Presidente de la República, en septiembre de 1849, es nombrado Secretario de Estado de Hacienda y Comercio. Separados y enemigos Santana y Báez, Mella seguirá al lado del primero. Siempre lo prefirió al segundo, hasta que la causa de la anexión a España los enemistó para siempre. Entre 1849 y 1861, en enero, cuando rechaza frente a Santana el proyecto de anexión, ocupará Mella importantes cargos civiles y militares. Comandante de Armas, Ministro de la Guerra, Gobernador, Ministro Plenipotenciario y Enviado Extraordinario en Misión Especial frente al Gobierno español, para gestionar el reconocimiento de la República o del Protectorado. En julio de 1856 se le encomendó preparar un proyecto de ley para organizar el Ejército. Ya se le tenía y respetaba como un entendido en asuntos militares.
Y lo demuestra cuando se inicia la Guerra Restauradora. Incorporado al Movimiento, en agosto de 1863, se le confiaron importantes misiones. Viajó al sur atravesando la Cordillera Central por Constanza, con el encargo de organizar las tropas restauradoras dirigidas por Pedro Florentino. Es designado Ministro de la Guerra y elabora el Manual de Guerra de Guerrillas que dirige por medio de una circular de fecha 26 de enero de 1864 y que recoge toda la experiencia del pueblo dominicano en esta forma singular de lucha.
El general Mella, mientras rendía sus útiles servicios a la causa, fue atacado de disentería y exhaló el último aliento en extrema pobreza el 4 de junio de 1864. Vivía entonces en una mala casita, de las improvisadas después del incendio, sita al pie del fuerte San Luis, en Santiago de los Caballeros. Murió con la singular distinción de ser dos veces prócer de la República. Pidió que lo enterraran envuelto en la Bandera Nacional y, así se hizo.
Realizó la alianza entre los trinitarios y los reformistas haitianos que combatían contra Boyer. Esto trae como consecuencia de que el 16 de enero de 1844 firme el Acta de Separación, en la cual se proclama la necesidad de separarse de la opresión haitiana y se hace oficial la unión de liberales y conservadores.
Durante la guerra de independencia ocupó la Región Norte para impedir la penetración haitiana.
En la proclamación de independencia, el 27 de febrero de 1844, Mella dispara el famoso trabucazo que consagró el nacimiento de la República Dominicana.
Mella es quien proclama a Duarte como presidente de la Junta Central Gubernativa para evitar que alguno de los afrancesados, que eran partidarios del colonialismo en lugar de la presidencia, ocupara el poder. Por esta actitud Pedro Santana lo expulsa del país.
Mella regresa al país en 1848 amparado en la amnistía del presidente Manuel Jiménez.
Al regresar se une a los conservadores junto a Pedro Santana, hasta que en 1861, ante la eminente anexión a España, se une a los restauradores.
Ramón Matías Mella es uno de los aguerridos luchadores, participó en dos grandes guerras: La Independencia y La Restauración.

Se mantuvo combatiendo en la región monistica del país durante la guerra de la independencia para así impedir la penetración haitiana. El 27 de febrero de 1844, Mella dispara su famoso trabucazo en la Puerta de La Misericordia, marchando luego hacia la Puerta del Conde, con lo que consagra el nacimiento de la República Dominicana. Este fue uno de los gestos independentistas de mayor importancia.
Luego de esto, Mella proclama a Duarte para presidir la Junta Central Gubernativa, evitando así que los partidarios del colonialismo ocuparan el poder. Pedro Santana, opuesto a esto, lo hace salir irremediablemente del territorio dominicano.
En cuanto al famoso trabucazo de Mella en la puerta del Conde, cosa que ni remotamente dudamos en un gesto que demostraba su interés de jugarse el todo por el todo sin dar un paso atrás, debido a que al reunirse Los Trinitarios en la Puerta del Conde eran muy pocos y primaba la indecisión, obligándolos así a arrojarse a ejecutar el plan previamente trazado, pero también es bueno recordar que en esos momentos teníamos la presencia de numerosos buques de guerra franceses estratégicamente distribuidos (con tropas quizás??) en este lado de la Isla con precisos planes de ayuda militar y de apoyo a cambio de la península de Samana tal cual como lo asentó el Cónsul en Pto. Príncipe USSBER a Lord ABBERDEEN en su comunicación de fecha 21 de MARZO DE 1844, lo cual sin lugar a dudas fue factor altamente intimidatorio para las escuálidas tropas haitianas que se encontraban en este lado de la isla, para que se rindieran rápidamente.
Uno de los grandes factores que contribuyeron a que Francia no tomara activa participación, lo fue entre otras cosas - claro esta - lo fue la presión ejercida por el Gobierno Británico quien en doble "juego" apoyaba a los haitianos y ayudaba a los dominicanos, como manera de evitar que los Franceses se apoderaran de la parte Oriental de la isla, muestra de ello lo es la valiosa ayuda de Heneken quien vino como "agente especial" británico para observar los movimientos de las autoridades Francesas las cuales buscaban - en el menor de los casos- la importante y estratégica Península de Samana a cambio de ayuda para concretar la Independencia Dominicana, pudiéndose haber creado así nuestro " Guantánamo Francés".
Gracias a la providencia, el valor y explotación de las circunstancias que primaban en Haití, nos batimos siendo pocos, mal armados, logrando vencer a un gigante que parecía invencible con nuestras propias manos consolidando así nuestra Independencia, en la cual no debemos olvidar los diversos movimientos independentistas que en las principales ciudades esperaban los resultados de la ciudad de Santo Domingo para desplegar las defensas en los posibles blancos de ataque de la ineludible respuesta Haitiana que no se hizo esperar inmediatamente en Marzo de ese año.
En 1848, Mella regresa al país, amparándose en la amnistía del presidente Manuel Jiménez y se une a Pedro Santana y a los conservadores. Esto fue hasta 1861, año en que se anexa la República Dominicana al gobierno español: entonces Mella se une al grupo de los restauradores, confirmando con esto su gran integridad y su heroísmo a favo

Muerte

Muere atacado de disentería el 4 de junio de 1864 en la ciudad de Santiago. Muere con la distinción de ser dos veces prócer de la República. Pidió que sus restos fueran envueltos en la bandera tricolor dominicana, y así se hizo. Sus restos descansan junto a los de otros grandes patriotas dominicanos, Juan Pablo Duarte y Francisco del Rosario Sánchez, en el Altar de la Patria.