domingo, 10 de junio de 2007

Maestros: cenicientas del sistema educativo


Por Bethania Apolinar

EN LA ADP SE RECIBEN CADA MES HASTA 60 SOLICITUDES DE MAESTROS ACTIVOS, PENSIONADOS Y JUBILADOS QUE ACUDEN AL GREMIO EN BUSCA DE AYUDAS

Pese a los bajos salarios que reciben los docentes, la carrera de Pedagogía es la que aglutina el mayor número de estudiantes en las universidades del país.

SANTO DOMINGO.- La mayoría de los profesores públicos terminan su vida en la indigencia total, debido a los exiguos salarios y pensiones que reciben del Gobierno por una labor que ha sido definida como la más noble de las vocaciones. Son muchos los maestros que tras 30 años de servicio quedan sin posibilidades económicas para enfrentar las enfermedades que vienen con los años, teniendo que mendigar ayudas para subsistir y llevar los tratamientos. El cuadro de los maestros es realmente dramático, pero la situación de los pensionados y jubilados es aún más deprimente, sobre todo los que salieron del sistema educativo cuando el salario era más deprimido.


Muchos de estos viven en extrema pobreza, dependiendo de sueldos por debajo de los RD$2,000, en un escenario donde el poder adquisitivo es cada vez menor.

En la mayoría de los casos esta pobreza va acompañada de enfermedades que requieren de costosos tratamientos médicos, que se suman al alto costo de la vida, renta de vivienda, pago de energía eléctrica y otros gastos que se les presentan.

Estas precariedades y limitaciones se reflejan cada día en la sede de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), donde mensualmente se reciben hasta 60 solicitudes de maestros activos, pensionados y jubilados que acuden al gremio en busca de colaboraciones para compra de medicamentos, saldar deudas contraídas o establecer un negocio informal en procura de aumentar sus ingresos, y hasta para comprar comida.

Las peticiones de ayuda por parte de maestros desesperados no sólo llegan al gremio profesoral, sino también a la Cooperativa Nacional de Maestros (Coopnama), donde también suelen apoyar los docentes que atraviesan por situaciones difíciles.

Una buena parte de estos profesores luchan contra enfermedades catastróficas que requieren de tratamientos costosos y que casi nunca son cubiertas por los seguros médicos, como cáncer de mamas, cérvico uterino, próstata, presión arterial, diabetes y problemas renales, muchos de los cuales conllevan diálisis varias veces a la semana.

Algunos se muestran nostálgicos al referirse al estado de miseria que los rodea después de haber servido al país por 30, 35, 38 y hasta 40 años, realizando una labor en condiciones difíciles, puesto que muchos tenían que llegar a sus escuelas en mulos, caballos, carretas y camiones, o caminando kilómetros y kilómetros a pies, en situaciones de dificultades para accesar a los planteles.

Otros tuvieron que abandonar sus familias y hogares por una y dos semanas, toda vez que sus centros educativos estaban ubicados en lugares apartados o lomas, y no podían trasladarse todos los EL PAGO: A los maestros le unificaron el salario en RD$6,784 por tanda, además reciben incentivos por titulación y años en servicio “No hay derecho de que una persona que le dedica 30 años, 35 y a veces más al servicio docente tenga que vivir sus últimos días, sus últimos meses, sus últimos años en una situación de miseria extrema, esto es realmente indignante”, María Teresa Cabrera. días. Pese a esta trayectoria en el país hay profesores pensionados y jubilados con sueldos por debajo de RD$2,000 ó RD$2,086 al mes, viviendo en condiciones infrahumanas e indescriptibles.

Los sueldos
Hasta febrero de este año unos 40 mil maestros del nivel básico recibían un salario base de RD$5,101. En marzo se aplicó un reajuste que implicó un 30% para los educadores que recibían el sueldo más bajo y un 22% para los que tenían una tanda con el monto más alto. Mientras a los que laboraban en dos tandas con los ingresos más elevados se les aplicó un 14%.

De igual forma, el salario base fue unificado en RD$6,784 por tanda, pero ese por ciento también impactó los incentivos que reciben los maestros por titulación, años en servicio y desempeño. Actualmente, un maestro de básica que tenga dos tandas y reciba los tres incentivos devenga un salario de alrededor de RD$21,000. Si no se le aplica ningún estímulo, su sueldo se queda en aproximadamente RD$13,400.

La mayoría de los profesores del sector público recibe incentivos por titulación y por años en servicio, pero un segmento muy amplio no recibe la concesión especial por desempeño, en vista de que hace un tiempo que en la Secretaría de Educación no se realiza esta evaluación. Este estímulo oscila entre un 7 y un 32%, dependiendo de la calificación que obtenga el docente.

Los sueldos de los profesores pensionados y jubilados varían conforme al tiempo en que se haya retirado del sistema. De unos 25 mil maestros que ya abandonaron las aulas, los que devengan los mejores sueldos son los 3,550 que salieron a partir de la entrada en vigencia del Instituto Nacional de Bienestar Magisterial (Inabima), creado a través de la Ley de Educación, cuyo salario más bajo es de RD$4,316, para los que laboraban en una tanda, y el más alto oscila entre RD$13,000 y RD$14,000, para los que tenían dos tandas.

Más de 20 mil maestros fueron pensionados o jubilados por la Secretaría de Finanzas, hoy Hacienda, los cuales constituyen los casos más dramáticos porque tienen mucho tiempo que fueron retirados y todavía sus sueldos no superan los RD$2,000, con lo que se les hace difícil sobrevivir.

ADP reacciona
Para la presidenta de la ADP, María Teresa Cabrera, ese cuadro que presentan los profesores pensionados y jubilados desmiente cualquier planteamiento que apunte a avanzar en términos educativos. Sostuvo que la mayoría de los maestros atraviesan por una situación deplorable que, a su juicio, debe provocar la atención del Gobierno para cumplir con lo que establece la Ley General de Educación 66-97, la cual ordena que el salario de los pensionados y jubilados debe ser reajustado conforme a la inflación, en períodos de no más de tres años.

“Creo que no hay derecho de que una persona que le dedica 30 años, 35 y a veces más al servicio docente tenga que vivir sus últimos días, sus últimos meses, sus últimos años en una situación de miseria extrema, es realmente indignante”, manifestó la dirigente magisterial, al hablar sobre la realidad de los maestros dominicanos.

A su juicio, este drama que viven los maestros no le hace bien a la pretensión de convertir la carrera docente en una profesión atractiva, que invite a los jóvenes talentosos a ser educadores. “A mí me parece que ese es un mal ejemplo, que presenta un cuadro muy deprimente del ejercicio docente, que deprime y desestimula a los educadores activos, que concluyen que ese es el futuro que les espera”, argumentó la educadora.

Cabrera exhortó al presidente Leonel Fernández a que como parte de la conmemoración del Día del Maestro, a final de este mes, y que oficialmente tiende a denominarse “Mes de Regocijo Magisterial”, anuncie un aumento en los ingresos de esos profesores pensionados y jubilados que están en una situación de pobreza extrema.

Consideró que no resulta alagador ni estimulante, y por el contrario le hace daño a las pretensiones de elevar la imagen de la educación dominicana, tener cuadros tan deprimentes como los que se están presenciando hoy día con docentes que viven en la indigencia total.

En tal sentido, confió en que el Jefe de Estado haga el compromiso de cumplir con la Ley de Educación, produciendo el reajuste periódico que ella establece para maestros que han salido del sistema por incapacidad y por antigüedad en el servicio, que actualmente son 35 años.

CASOS
Perdió la voz
El profesor Abelardo Martínez Blanco, quien para comunicarse requiere del uso de un aparato que coloca en su garganta, debido a que fue operado de las cuerdas vocales y perdió la voz hace 11 años, se mantiene actualmente con una exigua pensión de apenas RD$2,086, a pesar de haberse dedicado 28 años al magisterio.

El educador, quien fue pensionado en el gobierno de Salvador Jorge Blanco con un sueldo de RD$345, no dispone de recursos económicos para comprar los medicamentos de sus enfermedades de próstata, diabetes, hipertensión arterial y otros quebrantos. Sus limitaciones lo han llevado a acumular una deuda de RD$25,000 en las dos farmacias que le despachan las medicinas en su natal San Cristóbal. Martínez Blanco es uno de los tantos maestros que acuden a la ADP en busca de ayuda para paliar sus precariedades.

Este maestro de varias generaciones dijo que se quedó esperando el aumento para pensionados y jubilados que anunció el presidente Fernández en febrero pasado, el cual elevaría a RD$3,000 los sueldos que estuvieran por debajo de esa cantidad, pero la medida no impactó al sector educativo. Con 78 años de edad, asegura que se siente con fuerzas y ánimos para trabajar, pero desiste de esta idea porque está convencido de que “a nadie le van a dar trabajo si no tiene comunicación”.

Con orgullo, Martínez Blanco resaltó que en las farmacias y el colmado donde le despachan alimentos no le han retirado el crédito porque en toda su trayectoria se caracterizó por ser una persona responsable que se dedicó a dar todo lo que tenía a cambio de nada.

Profesor y zapatero
El salario que gana el profesor Luis Nova en dos tandas de trabajo en la escuela Aída Cartagena Portalatín no es suficiente para la manutención de su familia, y para aumentarlos trabaja como zapatero en sus horas libres y los fines de semana. En las dos tandas de trabajo, 10 horas al día, Nova gana un sueldo de aproximadamente RD$14,000, de los cuales la Cooperativa de Maestros le descuenta mensualmente RD$5,000, pero el gasto mensual de su familia, alimentación, vivienda, medicamentos, transporte y otras prioridades, supera los RD$20,000, creándole un déficit de alrededor de RD$11,000.

Para paliar esa situación, el docente se la pasa reparando los zapatos de sus compañeros de labores, vecinos y allegados, actividad que le deja semanalmente entre RD$300 y RD$500 de ganancia, aunque en ocasiones no percibe ningún beneficio.

En su humilde vivienda ubicada en los multifamiliares del barrio Guachupita, junto a su esposa y dos hijos, Nova no se ha podido recuperar de una caída que sufrió y por la cual se vio obligado a abandonar la labor docente.

“Los gobiernos deben ayudar a que los maestros mejoren económicamente porque son pensionados con cheles y no nos alcanzan ni para mantener a nuestra familia, y muchos tenemos que dedicarnos a otra cosa para sobrevivir”, dijo. Con cuatro meses esperando ser pensionado por incapacidad para el trabajo, Nova clamó porque el Estado reduzca el tiempo para jubilar a los maestros de 30 a 24 años y al momento de hacerlo le aplique el salario devengado.

Víctima del cáncer
La maestra Eladia Jáquez, víctima de un cáncer de mama, se ha visto obligada a pedir ayuda y junto a su familia y compañeros de trabajo realiza múltiples actividades, tales como venta de bonos, comidas y ropas, a fin de poder costear el tratamiento de su enfermedad.

Jáquez, quien devenga un sueldo de alrededor de RD$17,000 por dos tandas de trabajo en la escuela Ingenio Arriba Santiago, entró en licencia médica en octubre del año pasado para someterse a un proceso de radio terapia y a unas tres intervenciones quirúrgicas que le recomendaron los médicos que la atienden.

En ese proceso, la educadora ha tenido que distribuir cartas en diferentes instituciones, solicitando ayuda para esta enfermedad, toda vez que el Seguro Médico para Maestros no le ha podido ofrecer ningún tipo de servicio. Jáquez indicó que el primer estudio le costó RD$10,000, y los siguientes han oscilado entre RD$5,000 y RD$8,000. “Ya cuando llevaba un gasto de alrededor de RD$60,000 no encontraba qué hacer y la respuesta del seguro fue que pidiera ayuda”, agregó.

Entre tantas precariedades, tenía que pagar el profesor que la sustituyó en el centro donde laboraba. La desesperación se apoderó de esta joven docente cuando en el centro de salud le informaron que el tratamiento de radioterapia le costaría RD$300,000. Al sentirse impotente y casi dándose por vencida, recibió la colaboración y apoyo de sus compañeros, quienes inventaron diversas actividades para recaudar fondos.

El tratamiento llegó a ser suspendido por falta de recursos, pero gracias al Plan Social de la Presidencia pudo abonar RD$75,000. Todavía tiene pendiente de pago otros RD$100,000, y una nueva cirugía en el seño que aún no había sido intervenido, donde detectaron otro nódulo.

“Soy una persona joven y deseo vivir, pero mi condición económica no me permite costear el tratamiento, sólo tengo la gracia de Dios y mucha fe, lo que me permite seguir adelante”, señala Eladia, en una carta dirigida al sindicato de profesores solicitando su colaboración.

Fuente Original: http://listin.com.do/app/article.aspx?id=16129