miércoles, 2 de mayo de 2007

INFLACIÓN ACUMULADA DESDE 2002 ES 116%


Para una familia, el aumento salarial alcanza para una sola comida

Con el aumento del 15 por ciento, el poder de compra del salario mínimo en las grandes empresas es menor en un 16.8 por ciento al pagado hace cuatro años y medio, en octubre de 2002


Para la familia formada por
Celso Taveras Peralta y
Milagros Rosario, ese "aumento”
significa apenas RD$350 extras.
Pedro Jaime Fernández/Clave Digital
Edwin Ruiz/Clave Digital

Para la familia formada por Celso Taveras Peralta y Milagros Rosario, ese "aumento” significa apenas RD$350 extras.
Pedro Jaime Fernández/Clave Digital.
SANTO DOMINGO, DN.-República Dominicana está entre los países con mayor desigualdad económica y social, al representar la media en América Latina, la región más desigual en el planeta. Para la mayoría de los dominicanos y dominicanas, esto implica vivir en la desesperanza.

Una vez más, el país tuvo la oportunidad de demostrar su vocación de reproducir esa desigualdad, con el aumento salarial insignificante negociado entre los empresarios y los representantes sindicales.

Para la familia formada por Celso Taveras Peralta y Milagros Rosario, ese "aumento” significa apenas RD$350 extras. Rosario cree que “ese dinero nada más da para una comida de un día”.

Taveras expresa su angustia: “Cada vez que recibo mi salario, me pongo desencantado de mi país”. Su dependencia de un “salario miserable” le lleva a desear cada vez más emigrar.

Técnico en electrónica, certificado por varias instituciones educativas, Taveras es empleado de una empresa privada donde percibe un salario bruto de RD$7,500 mensuales, que se reduce a RD$6,500 con los descuentos. A veces, su formación como técnico le permite “picar” unos RD$3,000 al mes en su tiempo libre. Se define como una persona honesta y deseosa de trabajar. “No bebo, no fumo, ni salgo con otras mujeres”, asegura. Dice que gasta todos sus ingresos en su familia, pero a mitad de la quincena ya no tiene un centavo, y se ve obligado a pedir prestado y a “coger fiao” en el colmado, para mantener de forma precaria a sus dos hijos y a su esposa.

Como él, miles de trabajadores ganan lo que Taveras considera un salario “miserable”. Así lo confirman las estadísticas del mercado de trabajo del Banco Central, correspondiente al segundo semestre de 2006. Revelan que el 59% de la población ocupada en el sector formal (883,934 personas), ganan por debajo de RD$8,000.

El aumento aprobado por el Comité Nacional de Salarios el pasado 25 de abril establece un incremento de 15% para los salarios mínimos, que en el caso de las mayores empresas del sector formal es de RD$6,400. Para los salarios entre el mínimo del sector formal y el tope de RD$30 mil, el aumento es de apenas 5%. En el primer caso, el incremento salarial no supera los RD$960, lo que sitúa su nuevo nivel en un máximo de RD$7,360. En el segundo, el aumento varía entre RD$320 y RD$1,500.

Estos pequeños aumentos no cambian la realidad de que casi el 89% de los asalariados del sector formal perciban un ingreso inferior a la canasta nacional promedio familiar, que a marzo de 2007 se situó en RD$18,388.

Para muchos es peor

Pero la situación es más dramática para otras decenas de miles de personas, y C. L. es una de ellas. Madre soltera, con una hija de 16 años que debe alimentar, vestir y educar, depende de un ínfimo salario de RD$2,300 mensuales, que recibe del hospital público donde trabaja como empleada de limpieza desde hace más de un año. Pero C. L. se aferra a ese salario porque es lo único que tiene, y por esa razón dice a CLAVE que teme que la cancelen si su nombre es divulgado.

Una vez que recibe su cheque, por el pago de una jornada diaria de 6:00 de la mañana a 1:00 de la tarde, “lo endoso y lo entrego al colmado”, dice. Para el resto de sus necesidades depende de la solidaridad de su hermano que reside en Nueva York.

Así como ella, el 9% de los empleados en el sector formal(135,741 personas) percibe un salario inferior a RD$3 mil.

Cuando sube, baja. Hay un retroceso de 4 años y medio en el mercado de trabajo. Esto significa que, aún con la incorporación del aumento nominal, el poder adquisitivo del salario mínimo en las grandes empresas es inferior en más de 16.8%, con respecto al nivel de octubre de 2002.

En ese mes, el salario mínimo era de RD$3,690 y hasta abril de 2007 los aumentos nominales acumulados suman 99.5%. Pero hasta marzo pasado, la inflación acumulada es de 116.3%.

Sólo la canasta de bienes y servicios básicos, que consume el 20% de las familias más pobres del país, en marzo costaba RD$7,133. En ese mes, el valor promedio de la canasta promedio familiar en la capital era de RD$26,002.

“Cuando cobro, es un dolor de cabeza siempre”, se queja Celso Taveras Peralta.

Desigualdad en RD: los ricos más ricos, y los pobres más pobres

Los pobres se hacen más pobres y los ricos más ricos, desde octubre de 2004. Esto lo revela el reciente estudio sobre la pobreza, de octubre de 2006, realizado por el Banco Mundial y el BID.

El 20% de la población más rica recibe 15.4 veces más ingresos que el 20% más pobre. Dos años atrás, esta proporción era de 14.4 veces.

El incremento de la desigualdad ocurre paralelo con el crecimiento anual de la economía, cercano al 10%. Esto significa que mientras más crece la economía, más se amplía la brecha entre los ricos y los pobres.

El estudio estima la línea de pobreza extrema en 1,390 pesos por persona, lo que para una familia de 5 personas representa RD$6,950.

El 13.1% de la población dominicana se encuentra en esa situación. Mientras que un hogar de cinco personas, con ingresos inferiores a RD$14,300 mensuales, está en una pobreza moderada, lo que abarca el 36.3% de la población.

¡No más que 350 pesos!

Al igual que con el dinero que provee Celso Taveras Peralta, su esposo, Milagros Rosario “estiró” lo más que pudo los 350 pesos que le entregó CLAVE, como parte de un ejercicio para tratar de determinar para qué sirve el reciente aumento salarial.

Rosario eligió los productos que necesitaba y que pudo pagar: cinco libras de arroz, un sobre de leche en polvo de 350 gramos, una lata de sardinas, doce tablas de chocolate, un paquete de spaghetti de una libra, un tarro de sal molida, una botella de una libra de aceite, varias “sopitas” y una fundita de ajo.

“El dinero da para poca cosa, y no podemos comer alimentos que tengan las vitaminas que lleva el cuerpo”, concluye Rosario.

Pobreza en sociedad opulenta

Milagro económico

La economía creció 9.5% en 2005 y 10.7% en 2006. La tasa del año pasado fue la más elevada en los últimos 19 años. Aunque también favoreció a los pobres, “el impacto fue relativamente mayor en los sectores de altos ingresos”, dice el BM.

Con desamparo social

En el país, 1.2 millones de personas viven en la pobreza extrema, 13.1% de la población. Los bajos salarios en el mercado formal contribuyen a esto, donde el 9% de la población ocupada gana menos de RD$3 mil mensuales.

INVENTEMOS! Solo el Pueblo Salva el Pueblo



Solo el Pueblo Salva el Pueblo.

A 42 años de la Revolución de Abril

La realidad del campo progresista dominicano y la tendencia al cambio en Latinoamérica

Por: Radhamés Pérez
Publicado: 30/04/2007

"Abrir una brecha en la conciencia ciudadana durante coyuntura electoral que ha de concluir el 16 de mayo del 2008, resulta fundamental para la creación futura de un nuevo referente político progresista y unitario que contrapese el poder del PLD, PRD y PRSC."

Las enseñanzas de la Revolución Constitucionalista de Abril de 1965, son múltiples e imperecederas.

Abril demostró el arraigado y extendido sentimiento patriótico del pueblo dominicano de entonces.

Reafirmó una ancestral e histórica conducta del dominicano a unirse ante la agresión a la Patria por parte de poderes externos, defensa que resultaba fundamental, sobre todo, para la preservación de nuestros derechos soberanos e integridad territorial.

Guiado por esa conducta unitaria, en Abril del '65 se hermanaron militares, policías y civiles, hombres y mujeres, jóvenes y viejos, tras el propósito supremo de defender y preservar la nación. Se construyó la unidad en el fragor mismo de la lucha, sin suprimir la individualidad política, ideológica y orgánica que muchos representaban.

Aunque un hecho propiamente nacional, la Revolución de Abril alcanzó connotación internacional. De ahí, la oleada de solidaridad mundial que concitó esa pequeñísima nación del Caribe al enfrentar, mediante el supremo recurso de la lucha armada, al más poderoso imperio contemporáneo.

Más aun. Equiparable, en el marco interno, a la gesta que posibilitó el establecimiento del Estado Nacional, en febrero del 1844, y a la que restauró la nación conculcada, en agosto del 1865, la Revolución de Abril se constituyó en uno de los mas importantes acontecimientos político-militares ocurridos en Latinoamérica durante la extraordinaria e irrepetible década de los años 60's.

Consciente Estados Unidos, tal vez mas que los propios protagonistas de Abril, que en el Santo Domingo Insurrecto del '65 caminaba la esperanza redentora y libertaria inaugurada, el 1ero de Enero de 1959 en Cuba, por el Movimiento Guerrillero 26 de Julio, este, el imperio, decidió ahogar en sangre el mas bello y masivo empeño democrático de nuestro pueblo, invadiendo el suelo patrio el 28 de abril con más de 40,000 marines portadores de la muerte y de la infamia.

De esta manera, EEUU resultaría un factor fundamental en la derrota de este esfuerzo patriótico y popular por restablecer el gobierno que legal y legítimamente se habían dado los dominicanos en las elecciones generales del 20 de diciembre del 1962 y que resultara derrocado, mediante una asonada militar patrocinada por Estados Unidos, el 24 de septiembre del 1963. Nos referimos, al gobierno del profesor Juan Bosch y del Partido Revolucionario Dominicano.

Así, al gobierno de Estados Unidos, encabezado por Lindon B. Jhonson, y a las elites del empresariado nacional, de las fuerzas armadas y la iglesia católica, por siempre les cubrirá la deshonra de haber truncada el hermoso ensayo democrático iniciado con la elección de Bosch y por haber hecho posible una ocupación militar que, además, de las miles de vidas perdidas y las miles de personas heridas, creó la base para el establecimiento de un régimen dictatorial, el de Joaquín Balaguer, que no solo fue la negación violenta de los principios básicos de libertad y democracia, sino que a la vez permitió el saqueo indiscriminado de nuestros recursos naturales por parte de los monopolios estadounidenses y la explotación intensa de nuestra mano de obra.

En la conjugación de estos factores de naturalezas políticas, económicas y sociales, inscrito en una coordenada mundial dominada por una pugna de grandes potencias por controlar mercados y ampliar esferas de influencias políticas, encontraremos la causa primaria del masivo proceso emigratorio que ha conocido la sociedad dominicana y que ha llevado a mas de un 10 % de nuestra población nacional a dispersase alrededor del mundo, mayormente en los Estados Unidos.

Al margen de los trágicos resultados internos de este extraordinario acontecimiento que no puede ni debemos permitir que muera en el tiempo, su ejemplo ayudaría a definir conductas y acciones futuras de grupos de militares y civiles que en otras naciones pugnaban por un reordenamiento de sus sociedades a partir de los intereses nacionales, lo que presuponía una ruptura con el control y el poder de las viejas oligarquías y el imperio del Norte.

Ese empeño heroico y trágico de nuestro pueblo por hacer real, funcional y participativa la democracia; por hacer renacer la libertad; por convertir en norma colectiva el patriotismo y por hacer eterna la soberanía, la independencia y la dignidad nacional, se reencuentra, en las condiciones continentales de hoy, en el empeño cívico-militar bolivariano que transforma a Venezuela y estremece al mundo, y en la lucha por la preservación de su identidad, por su ciudadanía plena y el bienestar por parte de nuestros pueblos originarios que tiene en la victoria de Evo Morales, en Bolivia, su muestra mas contundente y esperanzadora.

Se reencuentra, también, en la porfía de la mayoría ciudadana en Brasil, Ecuador y Argentina, para limitarnos a solo algunos de muchos otros estimulantes ejemplos, por sepultar para siempre el odioso dominio de una corrupta partidocracia; por democratizar de verdad a estos países y revalidar el compromiso social del estado, sobre todo hacia los sectores mas desprotegidos, y en un marco progresivo de ruptura con poderes externos, conducir a nuestras naciones por una inequívoca senda de soberanía e independencia plenas.

Así como el nuestro fue un acontecimiento único y respondió a las condiciones particulares de la República Dominicana de entonces, el cambio que se da hoy en otras naciones latinoamericanas si bien puede influir en el curso interno de nuestro país, no lo determina. Y esto por una razón elemental de las ciencias políticas: los acontecimientos nacionales están normados, en primera instancia, por las condiciones económicas, políticas, sociales, culturales e históricas del país de que se trate, siendo, el factor externo, uno de naturaleza secundaria.

Quienes pretendan construir la esperanza mediante un proceso integral de refundación de la nación dominicana, solo a partir de la voluntad y la subjetividad que generan victorias alcanzadas por fuerzas progresistas en otras realidades nacionales, irremediablemente marcharán a la reedición de formulas fracasadas. Las copias anulan la capacidad de pensar y actuar con independencia.

Tenemos que tener conciencia que la realidad del movimiento progresista, de izquierda y revolucionario dominicano de la actualidad, no es la del '63 y el del '65. Tampoco se asemeja a ninguna de las realidades nacionales mencionadas, donde esta corriente ha logrados éxitos trascendentales propios de opciones de poder.

Sabemos, como alguien dijo, que lo correcto no siempre es popular, aun así hay que señalar, aunque duela, que muchas veces hablamos de la crisis del partidismo tradicional, expresado en los partidos de la Liberación Dominicana, Revolucionario Dominicano y Reformista Social Cristiano, sin comprender que esta crisis no se asemeja a la crisis del partidismo que se registró, por ejemplo, en Venezuela, Argentina y Ecuador.

Es mas, tenemos que admitir que la crisis nuestra, la de litoral de izquierda, es mucho mas grave que la crisis de la tradición partidaria dominante y sus socios menores. Aun en crisis, ellos están en el poder sin peligro alguno y la crisis real de dominación se da, ya lo sabemos, cuando los que están arriba no dan mas y los que están abajo no resisten ni la representación ni la conducción de los que tienen el control del Estado.

Peor aun. Mientras esa derecha que catalogamos en crisis, constantemente acumula más del 90% de la votación en cada proceso electoral y además muestra capacidad para unirse, por lo menos su parte mas significativa, cuando sus interese de clases lo reclama, por el contrario el campo progresista no solo prosigue disgregado, sino que usualmente carece de capacidad para aproximarse a su propia realidad y actuar a partir de los intereses que propaga representar.

Por demás, el acumulado histórico legado por la Revolución de Abril, que se expresó en una sólida conciencia política democrática que permeó a una amplia franja ciudadana; en fuerzas revolucionarias organizadas y en un diverso y combativo movimiento social, particularmente en los ámbitos de la cultural y el estudiantado, progresivamente lo fuimos perdiendo, al extremo de que hoy es muy poco lo que podemos exhibir, a no ser la dignidad de algunas de nuestras figuras históricas y la porfía de pequeños segmentos de continuadores.

Claro, nada es casual. La perdida de este acumulado encuentra dos razones fundamentales en el proyecto contrainsurgente diseñado por los organismos de inteligencia de EEUU y ejecutado por los gobiernos represivos que encabezó Balaguer y en los graves errores cometidos por nuestra izquierda, los cuales se expresaron, entre otras variables, en no comprender la magnitud de la derrota sufrida en el '65 y en carecer de capacidad para tender puentes de entendimiento y unidad entre sus direcciones y organizaciones mas representativas.

Conocer la enfermedad es el primer paso para superarla. De ahí lo hasta aquí expuesto.

Necesitamos ahora construir alternativas superadoras de nuestra marginalidad, para lo cual hay que sacar lecciones del pasado y evitar caminos ya trillados que solo conducen a nuevos fracasos.

El poder de la tradición dominante y la magnitud de los desafíos que enfrenta una sociedad en crisis como la dominicana, reclama de una oferta de nación justa y realista y de una orientación política unitaria que se construya en el día a día y que vaya más allá de un litoral ideológico.

En nuestra visión, si bien hay que estimular toda acción unitaria de lo orgánicamente existente como izquierda, este nivel de unidad resulta insuficiente para desafiar con posibilidades de éxitos las elites dominantes y construir el necesario cambio social en nuestro país.

Aspiramos, desde Nueva patria, a la más amplia unidad de los sectores afectados por el modelo económico prevaleciente, por la naturaleza excluyente de la sociedad y por las consecuencias negativas que tiene para la mayoría poblacional el carácter corrupto e injusto del régimen actual.

Esa unidad de lo que denominamos el litoral progresista tiene que expresarse, para que camine, en todos los ámbitos del quehacer ciudadano, sobre todo en la lucha política y económica.

Como proceso, la unidad a que aspiramos tiene que construirse libre de manipulación y de utilitarismo, sin prisa pero sin pausa y conectada a una precisa estrategia que tengo como centro la lucha por el poder político de la nación.

La actual coyuntura resulta crucial para el rea-posicionamiento de nuestra corriente. En este periodo se incrementa el número de quienes se sienten hastiados del partidismo existente, de la forma y el propósito con que se hace política. Una coyuntura que pasa por un proceso electoral del cual no podemos ni debemos desvincularnos y en el cual, además de intervenir, tenemos que hacerlo con una candidatura y una oferta programática comunes.

Este momento requiere de inteligencia y desprendimiento por parte de los diversos componentes del movimiento progresista. Necesitamos de una candidatura que vaya más allá de lo comúnmente denominado izquierda y que ayude a acelerar el proceso de acumulación de fuerzas, a incrementar el peso político-electoral de nuestro litoral y a lesionar la columna vertebral de la tradición partidaria dominante.

Abrir una brecha en la conciencia ciudadana durante coyuntura electoral que ha de concluir el 16 de mayo del 2008, resulta fundamental para la creación futura de un nuevo referente político progresista y unitario que contrapese el poder del PLD, PRD y PRSC.

Cada periodo histórico impone una forma de recordar y rendir tributo a los héroes y heroínas de la Patria. En esta no hay dudas, que la manera mas idónea lo constituye la perseverancia en la lucha y en la articulación real de la unidad de todos los sectores que de verdad les duela la patria legada por Duarte, Luperón, Manolo, Minerva y Caamaño.