domingo, 26 de julio de 2009

Manipulación

Manipulación
Escrito por: Lilliam Oviedo (lilliamoviedo@yahoo.es)

El presidente Leonel Fernández, el secretario de Interior y Policía y el jefe de la Policía Nacional, hacen coro para decir que la corrupción es mínima, el descontento popular inexistente y la protesta delito. ¡Grosera manipulación y abominable retorcimiento!

Leonel Fernández niega que exista hiper-corrupción. No define el límite en que entiende correcto colocar el prefijo, pero es obvio que no lo define por el nepotismo ni por las donaciones que, como racimo, salen de empresas y secretarías de Estado hacia destinatarios diversos.

Balaguerismo del siglo XXI. Para esos fines, Joaquín Balaguer pronunciaba un discurso (en uno de ellos calificó la sanguinaria Banda Colorá como un esfuerzo mal dirigido para preservar el orden y en muchos otros minimizó la corrupción, fingiendo no conocer por cuales medios muchos de sus ayudantes hacían fortuna.

Leonel Fernández convoca a los directores de medios, porque entiende que es el recurso más efectivo para enviar mensajes a la población. Y orienta a sus funcionarios para desacreditar el movimiento popular, como si desconociera el descontento y la inconformidad generada por décadas de injusticia, abuso y desigualdad.

Franklin Almeyda dice que es el narcotráfico que financia las protestas en los barrios, mientras el mayor general Rafael Guillermo Guzman Fermin, nombrado en la jefatura de la Policia en premio a su trayectoria represiva, pretende presentar el movimiento popular como una especie de asociación de malhechores, negando implícitamente que elementos que solo se pueden considerar como agentes parapoliciales disparan vestidos de civil junto a los policías en los barrios populares y que, en muchos casos, policías uniformados portan armas que no son las de reglamento ni figuran en el inventario de la Policia Nacional.

No hay recurso propagandístico que alcance para presentar como justo y limpio un gobierno corrupto y abusador.

En las calles y en los cuarteles actúan elementos parapoliciales, heredados muchos de gobiernos anteriores (el de Hipólito Mejía alimentó a decenas de estos elementos, pagando para enfrentar al pueblo).

La mancha cubre sobre todo al Presidente, quien, imitando a ciertos obispos, llama debilidad y no corrupción a la acción de quienes se apropian del dinero del pueblo... ¿Por qué forman el coro de la abyección el presidente y los agentes de la fuerza? Tienen miedo, y con razón, pues, en algún momento, el pueblo les pedirá cuentas. Y tendrán que rendirlas.

Fuente: http://elnacional.com.do/opiniones/2009/7/25/22375/Manipulacion