domingo, 1 de febrero de 2009

Fuerzas vivas?


Por Fernando A. De León
*El autor es periodista. Reside en Nueva York

Como decían nuestros abuelos, apostamos "peso a morisqueta" que luego de culminada la sonada Cumbre con las "Fuerzas Vivas", convocadas por el gobierno que encabeza el Presidente Leonel Fernández Reyna, éste ganaría, si se programara ahora un nuevo torneo electoral; y también estamos segurísimos que más de uno de los representantes presuntamente disidentes de las organizaciones que participan en el evento, les brindaría su apoyo incondicional al mandatario, aún sin honrar ciertos compromisos.

La razón, creemos, se cae de la mata: las Fuerzas Vivas que no creemos que estén vigentes en estos momentos, no asisten a cumbres de gobernantes reincidentes en desaciertos. Las que están llamadas a motivar la atención de las autoridades son ellas. Las legítimas Fuerzas Vivas son energizantes, estallan, se movilizan y son desobedientes; no son inertes ni sumisas, ni se prosternan tan fácilmente. Estas son fuerzas claudicantes, complacientes y muertas, lo que es un contrasentido porque lo fuerte no es inerte.

Las "Fuerzas Vivas" se movilizan en otros escenarios, no acuden mansas a sórdidos e infaustos enclaustramientos gubernamentales. Como hemos dicho antes, nuestras decadentes instancias de oposición carecen de idóneos mecanismos de reingeniería político social; no han sabido tocar el "punto G" que sensiblice y despierte a nuestra población.

Esta celebrada cumbre con intención de paliar la crisis, si no nos traiciona la memoria de ilustraciones pasadas, no es más que la continunación en el tiempo de la crisis de la malhadada madre patria España en el período monárquico de Carlos II , en los años 1600.

En esta aciaga etapa de una España en decadencia, surgió el género literario de la "Picaresca", nacido de la necesidad de sus literatos de reflejar los abusos e inconsistencias de los que dirigían la cosa pública, que acogotó hasta las artes y enterró más en la miseria a los desposeídos. En esa época, a lo que hoy se le llama cumbre, se le denominaba "Junta", en las que participaban los reyes, el clero que siempre "ha estado en toda, menos en misa", algo paradójico, y presuntos representantes de los que siempre han estado abajo. Luego de esas juntas todo seguía igual, la explotación, los diezmos, las cargas impositivas y otras calamidades, seguían su agitado curso.

En fin, aunque con otro modo de producción, se presentaba una correlación de fuerzas similar a la que persistente en República Dominicana. A lo mejor este estadio le sirve de inspiración a uno de nuestros literatos los criollos y lo marcan con una etapa literaria, por los menos, correspondiéndose con un género que podría llamarse "del transfuguismo", o algo parecido.

Ya hace algunas décadas en nuestro país hubo Fuerzas Vivas, las legítimas, como lo entendemos y debe ser. En los últimos períodos de nuestra etapa republicana, las que se presumían eran tales,-con la excepción de la valentía e hidalguía de uno de sus representantes-, se desmembraron y se vendieron y genuflexaron con poses enmarcadas en altos grados ancilaturas. Las presuntas "Fuerzas Vivas" que hoy se reunen en Santo Domingo, simplemente están conformadas por un grupo contradictorio y "genízaro", que más que aglutinarse en cumbres, deviene en una reunión aquelárrica.

Estas, son fuerzas que se corresponden plenamente con lo superestructural de los gobiernos de turno, son acopios de fuerzas en cuanto a lo coquetero y lo conciliador.

Estas fuerzas que no demandan previas condiciones para reunirse, son en esencias tartufas, y algunos hemos apostados a que el gobierno Fernández Reyna, saldrá más fortalecido, luego de estos hipócritas y charlatanescos encumbramientos.

Una vez más, el mandatario ni sus funcionarios cumplirán con los pliegos de demandas que se les sometan y todo seguirá igual, es más, algunos de los burlados, a cambio de canonjías, saldrán mas asidos a las instancias gubernamentales de turno. Los lectores pueden apostar a eso y saldrán airosos, no hay que ser un politólogo ni un cientista social, para convencerse de ello.

Ningunos de los asistentes a este cónclave, si así puede llamársele, previamente ha dejado entrever que realizaría movimientos impredecibles, si el mandatario no cumpliera con los acuerdos que se arrojen la famosa cumbre..

Ya lo hemos dicho, los que una vez fueron desharrapados, cuando llegan al poder para despegarlos, hay que darle candela por la cola, hasta hacer que suelten las presas de sus fauces. Para nosotros, de acuerdo con nuestra humilde visión, ya no bastan las media tintas, no se intentará derrocar el sistema pero,-y esto es necesidad, no anarquía-, creemos que ha llegado la hora de aleccionar a nuestros inmisericordes gobernantes, con una persistente y sentida cruzada de protesta nacional. Es cuanto.
Fuente: http://almomento.net/news/135/ARTICLE/25893/2009-02-01.html